Recomendaciones generales para ayudar a las familias en su tarea educativa

ALGUNAS RECOMENDACIONES GENERALES PARA AYUDAR A LAS FAMILIAS EN SU TAREA EDUCATIVA

EXISTEN…

- Un montón de corrientes educativas, cada una con sus características pedagógicas.                                                                   -  Muchos tipos de familia, ninguna son iguales, cada una tiene sus particularidades, formas de interpretar la vida, etc. -   No existen varitas, ni fórmulas mágicas a la hora de educar.

TAMBIÉN hay que tener en cuenta que, lo que en un determinado tiempo funciona, al cabo de otro tiempo deja de hacerlo, volviendo a tener que cambiar de estrategia. La clave es contar con una gran cantidad de PACIENCIA.

RECORDAD que se tienen hij@s porque lo hemos elegido y est@s no vienen con un libro de instrucciones. Criar es más o menos fácil, pero EDUCAR no lo es tanto.

“DEL ESFUERZO DE HOY, TE ALEGRARÁS TODA LA VIDA”

Por todo lo expuesto, queremos ofrecemos algunas orientaciones generales que pueden ayudar a las familias a proveerse de estrategias y herramientas para afrontar la difícil tarea de educar y mejorar la convivencia familiar.

“TAL VEZ LA TAREA MÁS DIFÍCIL DE SER PADRE/MADRE NO ES LA DE CONTROLAR EL COMPORTAMIENTO DE TUS HIJ@S, SINO CONTROLAR EL PROPIO”

¡A TENER EN CUENTA!

Son orientaciones generales, cada familia tendrá que adaptarlas a sus características, creencias, dinámicas, etc.

La constancia, educar con rutinas, la paciencia, la firmeza y el cariño son la CLAVE.

EMPECEMOS CON UNA REFLEXIÓN

Lo que esta generación de niños/as y adolescentes están pidiendo a gritos son padres/madres que pongan límites claros y consecuencias naturales, que sean ejemplos a seguir, que regalen afecto en vez de comprarlo, que estén pendientes y más presentes.

NECESITAN TENER PADRES/MADRES, NO MÁS AMIGOS.

PERO ¿QUÉ SON LOS LÍMITES?

ü  Normas y reglas interiorizadas que garantizan la seguridad personal y estimulan el autocontrol y la responsabilidad.

Cada familia tendrá su propia lista de límites, según sus características y creencias. Aunque existen algunos límites universales que tod@s deberíamos interiorizar como, por ejemplo, respeto hacia los demás, la violencia no está justificada, etc.

Lo ideal es que los límites estén consensuados por aquellas personas que los van a enseñar. Y hay que dar EJEMPLO

¿Y cómo enseñar los límites sin excedernos en el uso de la autoridad, sin menospreciar la dignidad infantil, pero de manera eficaz y que tenga sentido para el niño/a?

PONER LÍMITES ES:	PONER LÍMITES NO ES:
-Enseñar que tod@s tenemos los mismos derechos. -Lograr que aprendan que sus derechos acaban donde empiezan los de los demás. -Saber diferenciar entre NECESIDAD y DESEO. -Decir Si siempre que sea posible y NO siempre que sea necesario. -Enseñar que muchas cosas se pueden hacer y otras NO. -Ayudar en el desarrollo de la PACIENCIA y a gestionar la FRUSTRACIÓN.	-Pegar a sus hij@s para que se porten bien. -Hacer sólo lo que dice papá y mamá. -Dar ÓRDENES sin explicar el por qué. -GRITAR para que obedezcan. -HUMILLARL@S. -Utilizar CHANTAJES o generar CULPA. -No atender la NECESIDAD BÁSICA de los hij@s.

Ejemplo de buenos tratos hacia los hij@s a la hora de enseñar límites:

- Reírse con ellos, no de ellos.

- Usar palabras respetuosas para dirigirnos hacia ell@s.

- Hablarles con amabilidad y suavidad.

- Escucharles sin juzgar cuando nos cuenten algo.

- Respetar su cuerpo (siempre y en todo sentido).

- Demostrarles afecto, sin importar lo que hayan hecho o dicho.

- Hacerles sentir que son amados.

- Enseñarles amablemente porque algunos de sus actos no se hacen.

- Darles alternativas a una conducta inadecuada.

En muchas ocasiones nos podemos sentir desmoralizados

En muchas ocasiones nos vemos inmers@s en un desconcertante juego del tira y afloja.

La urgencia y la responsabilidad pueden hacer que no entendamos el funcionamiento del cerebro infantil. No nos damos cuenta de que en las edades cortas muchas de nuestras exigencias son estériles, no hay comprensión, no hay razonamiento, no hay habilidades.

Una mala práctica requiere mucho esfuerzo y sin embargo no es efectiva. Puede, incluso, que nos olvidemos de que los niñ@s estarán más dispuestos a involucrarse y colaborar si no están pensando en ganar o perder frente al adulto.

La cooperación siempre es más poderosa que la obediencia.